Etiquetas

viernes, 25 de junio de 2021

EPITAFIO Por Merrit Malloy


Cuando muera
Regala lo que queda de mi
A los niños
Y a los viejos que esperan la muerte.
Y si necesitas llorar
Llora por tu hermano
Ese que va caminando a tu lado por la calle.
Y cuando me necesites
Pon tus brazos
Alrededor de cualquiera
Y dale
Lo que necesitas darme.
Quiero dejarte algo
Algo más
Que palabras
O sonidos.
Búscame
En la gente que he conocido
O amado
Y si no puedes dejarme ir
Al menos déjame vivir en tus ojos
Y no tu mente.
Tu puedes amarme mas
Dejando
Que las manos toquen otras manos
Dejando que los cuerpos toquen otros cuerpos,
Y dejando ir
Al niño
Que necesita ser libre.
El amor no muere
La gente si lo hace.
Entonces, cuando todo lo que quede de mí
Sea amor,
Regálame.
Te veo en casa
En la tierra.
=======================================
When I die
Give what’s left of me away
To children
And old men that wait to die.
And if you need to cry,
Cry for your brother
Walking the street beside you.
And when you need me,
Put your arms
Around anyone
And give them
What you need to give to me.
I want to leave you something,
Something better
Than words
Or sounds.
Look for me
In the people I’ve known
Or loved,
And if you cannot give me away,
At least let me live on your eyes
And not on your mind.
You can love me most
By letting
Hands touch hands,
By letting
Bodies touch bodies,
And by letting go
Of children
That need to be free.
Love doesn’t die,
People do.
So, when all that’s left of me
Is love,
Give me away.
I’ll see you at home
In the earth.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Relato de Sergio Stepansky


                                             ¡Juego mi vida!
                                              ¡Bien poco valía!
¡La llevo perdida
sin remedio!

Erik Fjordsson.

Juego mi vida, cambio mi vida,
de todos modos
la llevo perdida...

Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...

La juego contra uno o contra todos,
la juego contra el cero o contra el infinito,
la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito,
en una encrucijada, en una barricada, en un motín;
la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin,
a todo lo ancho y a todo lo hondo
en la periferia, en el medio,
y en el sub-fondo...

Juego mi vida, cambio mi vida,
la llevo perdida
sin remedio.
Y la juego, o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...:
o la trueco por una sonrisa y cuatro besos:
todo, todo me da lo mismo:
lo eximio y lo rüin, lo trivial, lo perfecto, lo malo...

Todo, todo me da lo mismo:
todo me cabe en el diminuto, hórrido abismo
donde se anudan serpentinos mis sesos.

Cambio mi vida por lámparas viejas
o por los dados con los que se jugó la túnica inconsútil:
por lo más anodino, por lo más obvio, por lo más fútil:
por los colgajos que se guinda en las orejas
la simiesca mulata,
la terracota nubia;
la pálida morena, la amarilla oriental, o la hiperbórea rubia:
cambio mi vida por una anilla de hojalata
o por la espada de Sigmundo,
o por el mundo
que tenía en los dedos Carlomagno: —para echar a rodar la bola...

Cambio mi vida por la cándida aureola
del idiota o del santo;
la cambio por el collar
que le pintaron al gordo Capeto;
o por la ducha rígida que llovió en la nuca
a Carlos de Inglaterra;
la cambio por un romance, la cambio por un soneto;
por once gatos de Angora,
por una copla, por una saeta,
por un cantar;
por una baraja incompleta;
por una faca, por una pipa, por una sambuca...

o por esa muñeca que llora
como cualquier poeta.

Cambio mi vida —al fiado— por una fábrica de crepúsculos
(con arreboles);
por un gorila de Borneo;
por dos panteras de Sumatra;
por las perlas que se bebió la cetrina Cleopatra—
o por su naricilla que está en algún Museo;
cambio mi vida por lámparas viejas,
o por la escala de Jacob, o por su plato de lentejas...

¡o por dos huequecillos minúsculos
—en las sienes— por donde se me fugue, en grises podres,
la hartura, todo el fastidio, todo el horror que almaceno en mis odres...!

Juego mi vida, cambio mi vida.
De todos modos
la llevo perdida...




León de Greiff

viernes, 19 de junio de 2015

Rainer Maria Rilke

"Dos infinitos que se encuentran con dos límites, dos infinitamente necesitados de ser amados que se encuentran con dos frágiles y limitadas capacidades de amar. Y sólo en el horizonte de un amor más grande no se devoran en la pretensión, ni se resignan, sino que caminan juntos hacia una plenitud de la cual el otro es signo."


Rainer Maria Rilke

martes, 21 de octubre de 2014

Versos cortos


nunca digas nunca
nunca digas siempre
nunca digas te quiero
si en verdad no lo sientes
mis ojos son negro
los tuyos café
los míos te quieren
los tuyos no se
en el río hay peces
en la orilla caracoles
y en tu boca y en la mia
caramelos y bombones

extraídos de www.versoscortos.net

viernes, 8 de agosto de 2014

LO QUE NECESITO DE TI - MARIO BENEDETTI

Lo que necesito de ti

No sabes cómo necesito tu voz; 
necesito tus miradas 
aquellas palabras que siempre me llenaban, 
necesito tu paz interior; 
necesito la luz de tus labios 
!Ya no puedo... seguir así! 
...Ya... No puedo 
mi mente no quiere pensar 
no puede pensar nada más que en ti. 
Necesito la flor de tus manos 
aquella paciencia de todos tus actos 
con aquella justicia que me inspiras 
para lo que siempre fue mi espina 
mi fuente de vida se ha secado 
con la fuerza del olvido... 
me estoy quemando; 
aquello que necesito ya lo he encontrado
pero aún !Te sigo extrañando!

Mario Benedetti